Cuando yo era pequeña, la noche de San Juan era mágica y muy festiva, mis padres por aquel entonces tenían una tienda de comestibles y vendían entre otras cosas hielo, cocas, cava, y refrescos etc. Los vecinos les hacían encargos sobre todo de hielo, porque teníamos una maquina fabricada por mi padre que cortaba en hielo a trocitos, pues el las compraba en barra.
En esa época la fiesta de San Juan se celebraba por todos los barrios y en la calle, pues no había tanta circulación y no estaban asfaltadas, cada barriada tenia su fogata, esta se montaba con las maderas que los niños recogíamos y también de los vecinos que aprovechaban para cambiar los muebles o como mis padres que un año cambiaron la nevera de la tienda que era muy grande con las puertas y los estantes todos de madera.
La gente nos lo pasábamos muy bien porque nos conocíamos todos, participábamos todos de la fiesta, en la calle, se montaban las mesas, con la cena y a continuación la coca y el cava, los cubos y barreños con el hielo y la bebida puesta al fresco en ellos etc
Ahora ya no es igual, la cena se celebra normalmente en casa y a continuación la juventud se va a la discoteca o a casa de amigos a continuar con la fiesta.
Es una lastima que se pierdan las tradiciones.
ALBA INGLES