Receptes de cuina Sant Jordi
Receptes seleccionades per Maribel i Adela
Biscoti
http://denikatessen.blogspot.com.es/2010/04/biscotti-de-sant-jordi.html
Pan
http://www.petitchef.es/recetas/otro/pa-de-sant-jordi-fid-1375714
Ensalada
http://www.lasrecetasdemj.com/2012/04/ensalada-especial-sant-jordi.html
Galletas
http://www.petitchef.es/recetas/postre/galletas-para-sant-jordi-fid-1375479
Celebrem Sant Jordi 2013
El Punt Òmnia, celebrarà la diada de Sant Jordi amb el joc de les preguntes curioses amb mil respostes imaginatives i humorístiques.
Per què els animals no es vesteixen? per què el cel és blau? per què en alguns països no fan servir cadires?
L’activitat està inspirada en el Llibre dels perquè de Gianni Rodari. Els usuaris responen espontàniament a les preguntes amb molta imaginació.
Celebrem el dia de la Dona amb…Veus de Dones
Veus de Dones que trenquin silencis i ens facin sentir més lliures i iguals.
Les seves cançons pugen els ànims cap a la llibertat i la igualtat i ens apropen a la sensibilitat de les persones.
Els Punt Òmnia Casal Cívic Sant Roc i Casal Cívic Pomar AV Pomar preparem la celebració del Dia de la Dona amb les seves cançons favorites que proposen els usuaris. Podeu sentir-les en els seus blocs respectius, o afegir les vostres en Comentaris.
>>> Enllaços Veus de Dones:
http://www.xarxa-omnia.org/santroc/?p=8098
http://xarxaomnia.gencat.cat/blocs/omniaavvpomar/
Sobre inmigración y convivencia
La prestigiosa escritora española publicó en su columna una anécdota refrescante y conmovedora sobre la convivencia entre extranjeros y los nacionales de un país. Son líneas conmovedoras sobre la inmigración, uno de los temas más delicados y que mayor preocupación genera entre los ciudadanos europeos. La anécdota que cuenta Rosa Montero es uno de los temas más comentados en redes sociales y considerada por el escritor brasilero Paulo Coelho como lectura obligada. Este es el mensaje:
‘El negro’ ( Rosa Montero, Escritora Española )
Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.
De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta.
Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.
Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: “Pero qué chiflados están los europeos”.
” Hay algunos Tontos que todavía creen que los indígenas son de otro país…
Y recordemos que la gallardía no está en el color de la piel…